El auge de las ciudades y la caída de los automóviles

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EL AUGE DE LAS CIUDADES Y LA CAÍDA DE LOS AUTOMÓVILES

Haciendo referencia al libro publicado por Samuel Schwartz ”Street Smart: The Rise of Cities and the fall of cars”. El autor, unos de los lideres expertos en tránsito y transporte en los Estados Unidos y quien ha ejercido como comisionado de tráfico para la ciudad de Nueva York, entre otros destacados cargos, hace un interesante análisis de cómo ha evolucionado y para dónde va la movilidad y el urbanismo en ese país, donde irremediablemente la era donde los autos son protagonistas llego a su fin para darle paso a nuevas alternativas de transporte acordes a las nuevas maneras de vivir.

A finales del siglo 19 y comienzos del 20, Estados Unidos vivía su época dorada, el crecimiento económico era impresionante, varias industrias empezaban a fortalecerse, entre ellas la naciente industria de los automóviles. En particular, un visionario llamado Henry Ford tuvo la brillante idea de crear un modelo de automóvil al cual la gente del común tuviera acceso.  Como efecto inmediato, las ventas de automóviles se multiplicaban año tras año en el país y el desarrollo en infraestructura se hizo inminente; grandes autopistas, puentes, túneles, poblaciones y edificios se iban adecuando para darle paso al nuevo rey.

Varias décadas pasaron para darse cuenta que la solución al creciente parque automotor no era suficiente con infraestructura, pues las vías funcionan como tubos de gas donde el gas, así como los automóviles, siempre terminan llenando el espacio creado.

El mayor anhelo para una persona, en especial los hombres, apenas se tuviera la edad adecuada (como era mi caso) era obtener la licencia de conducción y la primera adquisición de un automóvil. Pero en el siglo 21 las cosas han venido cambiado, los jóvenes están manejando menos.

En Estados Unidos la población de 16 a 24 años sin licencia de conducción se incrementó en un 33% de 1963 a 2011 y el uso de viajes en bicicleta se incrementó en un 24% para la población de 16 a 34 años.

Varios factores han influido para que la gente deje de manejar automóvil. Vivir en áreas urbanas, la socialización virtual más que presencial, la disminución en necesidad de desplazarse como por ejemplo para hacer compras (ya que todo se hace a través de la internet) y soluciones de economía colaborativa como Uber o el carro compartido, hacen que el vehículo sea cada vez menos necesario por individuo.

Adicionalmente, existen aliados naturales que incentivan el desuso del vehículo. La tendencia a llevar una vida saludable donde el ejercicio es primordial, caminar y usar la bicicleta, son una buena salida para las congestionadas vidas del mundo moderno y las nuevas soluciones en transporte público. Así,  cada vez es más difícil y costoso usar un automóvil en las grandes ciudades del mundo.

Este fenómeno finalmente le hace bien al mundo, menos muertes y heridos por accidentes de tránsito, menos consumo de combustible y menos contaminación son algunos factores que hacen que prevalezca el bien del ciudadano y que sea la ciudad la que nos ofrezca diversas alternativas de transporte.

SIMÓN FRANCO 

Gerente General en SITT 

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